La Revolución de los Paraguas: Hong Kong y el Sufragio Universal

“No hay duda de que China se convertirá en la primera economía del mundo, pero no estoy seguro si se convertirá en el país líder del mundo porque hay políticas públicas que tienen que cambiar. Por ejemplo, la política del trato al emigrante debe corregirse porque en la actualidad existe un discrimen sistemático; no existe un sufragio universal y la censura sobre el internet debe derogarse”. Con este párrafo concluí una reflexión que hiciera sobre mi experiencia en la ciudad de Chengdú en el mes de abril de 2014[2].

Las protestas de los estudiantes en el centro financiero de Hong King es un evento de tan impacto que hace recordar las protestas de la Plaza de Tiananmén de 1989 que costó la vida de cientos de personas en Pekín. Este evento es la mancha  del líder chino de entonces, Deng Xiaoping (1904-1997), quien a su vez fue en gran medida responsable del gran crecimiento económico de China que comenzó en el 1979.

Xi Jinping, actual Presidente de la República Popular de China, se encuentra ante una situación similar. Xi goza de buena reputación internacional ya que ha combatido la corrupción gubernamental, se ha expresado a favor del libre mercado y es un líder carismático.[3]

La  solida manifestación  al reclamo del sufragio universal, de los estudiantes de Hong Kong, al gobierno de China es un evento trascendental que pondría marcar el liderato de Xi Jinping y el posicionamiento de China como líder mundial.

El reclamo del pueblo Hong Kong proviene de la  “negociación” de 1984 del traspaso de soberanía de Hong Kong del  Reino Unido a China para el 1997. En esa declaración se acordó el reconocimiento al derecho a sufragio universal. Leung Chun-ying, actual jefe ejecutivo de Hong Kong, explica que la propuesta electoral es que  para los comicios de 2017 los ciudadanos tendrán que elegir entre candidatos seleccionados previamente por el gobierno central de China. Esta propuesta es inaceptable para los jóvenes de Hong Kong, liderados por Joshua Wong [4].

“El sufragio universal consiste en la dotación del derecho al voto a toda la población adulta de un Estado independientemente de su raza, sexo, creencias o condición social”[5]. El logro del sufragio universal se ha dado a partir de una evolución de la democracia que comenzó en la Antigua Atenas y cristalizó en Francia. Tras la Revolución Francesa el poder político comenzó a estar en manos de cámaras de representante por lo que era necesario regular su sistema de elección.

Las Naciones Unidas reconocen el sufragio universal como un derecho humano. En su artículo 21, sección 3 dice: “La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto”.[6]

Actualmente la democracia y el derecho al voto se encuentran ante una de las transformaciones más drástica en la historia de la humanidad empujada por la globalización y los avances tecnológicos. En años recientes (2010- presente) vemos como las redes sociales dieron a conocer cuando un vendedor ambulante se inmoló  en protesta a la opresión gubernamental de Túnez. Este hecho creó un efecto dominó que alcanzo lo que ya se conoce como la revolución de la Primavera Árabe que no ha concluido.

Al igual que los jóvenes en Arabia, los estudiantes de Hong Kong, utilizan la tecnología para facilitar la participación, la deliberación y coordinación de la protesta. Los gobiernos de Arabia, como el gobierno de China intentan bloquear las redes cibernéticas para que la información no llegue hacia el resto del mundo.  De hecho China tiene una política de censura del Internet muy activa. Cuando estuve en China en abril de este año (2014) , no podía acceder a Twitter o Facebook. Por otro lado existen muchos mecanismos en el internet para brincar la gran muralla virtual. Decía en mi blog anterior sobre China, que en  “existe una desobediencia civil virtual silente pero constante que funciona de agente catalítico de transformación social”. En Hong Kong la desobediencia civil no es silente es todo lo contrario, es una protesta física, valiente y con un objetivo claro. Utilizan el paragua como símbolo de resistencia pacífica y para protegerse de la lluvia y gases lacrimógenos. El espíritu de lucha de Joshua Wong es inspirador. Wong y sus colegas estudiantes aspira a una sociedad libre, donde cada uno tenga la posibilidad de nominar y votar por candidatos para el puesto de jefe ejecutivo de Hong Kong. Wong dice que “Tienen que vivir cada batalla como se fuera la última, solo así tendrán la determinación necesaria para pelear”.

Lo que los jóvenes de Hong Kong están pidiendo no es poca cosa. No todos los países del mundo tienen leyes en donde adoptan el sufragio universal como principio. Incluso el país líder del mundo, los Estados Unidos, no tiene expresamente el sufragio universal en su Ley del Derecho al Voto  de 1965, además de que le priva el derecho a la libre determinación a mi patria, Puerto Rico.

El Reino Unido aunque reconoce el sufragio universal desde el 1929 nunca le concedió ese derecho  a Hong Kong en  más de 150 años que estuvieron gobernando. (1842-1941, 1945-1997).

En Sudáfrica el sufragio universal fue aplicado en la elección general del 1994 y en la misma resultó vencedor el gran líder Nelson Mandela (1918-2013). Este evento puso fin al régimen racista del apartheid.

El derecho al voto está directamente relacionado a la lucha de los derechos civiles, humanos y a la lucha contra la pobreza. Si el gobierno de China, le otorga el derecho a sufragio universal a Hong Kong como lo prometió en 1984 y ratificado en 2011[7] estaría dando un paso gigante para convertirse en un país líder. De lo contrario continuará siendo  un gigante económico pero irrelevante en los asuntos de derechos humanos.

En mi opinión, Hong Kong y la Revolución de los Paraguas es un punto definitivo para el liderato internacional de Xi Jinping. China no puede repetir los errores (o crímenes) del pasado, como los ocurridos en la protestas de la Plaza de Tiananmén de 1989. Xi debe reformar sus políticas electorales, permitir el sufragio universal en Hong Kong, liberar a la larga lista de prisioneros políticos y formular una política electoral en el resto de China que permita la participación de la ciudadanía a los asuntos públicos. Esta reforma electoral debe ir de la mano a la derogación de la política de censura de la información. Ósea es el voto y más allá del voto que se puede integrar toda la sociedad en los asuntos público.

Concluyo este blog, enviando felicitaciones,  solidaridad y energía positiva a los jóvenes de Hong Kong que hacen la Revolución de los Paraguas.

 

Actualización: El 15 de agosto del 2016 la corte de Hong Kong sentenció a trabajo comunitario a los líderes estudiantiles. En mi opinión es una victoria más de la Revolución de los Paraguas. 


[2] Pizarro, Jesus (30 de abril de 2014). El Panda: el arma secreta de China.  https://pizarrojesus.com/politica-internacional/el-panda-el-arma-secreta-de-china-3/

[3] Xi who must be obeyed: How one man now rules China. The Economist September 20th-26th 2014.

[4] Quién es Joshua Wong, el líder de 17 años de las protestas en Hong Kong. (2 OCT 2014) BBC Mundo. Consultado el 4 de octubre en http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/10/141002_hong_kong_lider_joshua_wong_nc

[5] Sufragio universal. (2014, 21 de septiembre). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 02:34, octubre 4, 2014 desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Sufragio_universal&oldid=77093025.

[6] Lea la Declaración Universal de Derechos Humanos en http://www.un.org/es/documents/udhr/

[7] Beijing says democracy possible in Hong Kong in 2017. (Dec 29, 2007). ABC News. Consulado el 3 de octubre en http://www.abc.net.au/news/stories/2007/12/29/2128770.htm?site=news

Author: pizarrojesus

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